Buen día nos dé Dios.
Antes que nada Feliz lunes y semana.
También quiero agradeceros todas las muestras de cariño y apoyo recibidos entre ayer y hoy a la crisis digestiva que padecí en la madrugada del domingo y de la que voy recuperándome poco a poco. Ahora toca imponerse más descanso del normal aunque manteniendo el ritmo de vida como mejor se pueda.
Hoy ha amanecido de la misma manera que anocheció: ¡¡Lloviendo!!
Días grises, intempestivos, desagradables, que haces tengas pocas ganas de salir pues en casa te sientes mejor. Días sin ver la necesaria luz del sol que seca esa sensación de humedad que ahora todos tenemos y nos alegra la vista y la vida pues con él se remarcan los colores, se dibujan ante nosotros como lienzo nuevo.
El gris nos hace sentirnos monótonos y el sol alegres y diferentes. El gris se puede asemejar a una vida sin fe, sin ilusiones, sin ganas de luchar y la claridad del sol nos ofrece esa almalgama de colores que nos anima a seguir adelante con una sonrisa. Pero ya sea que nos inunde ese gris apagado o ese color refulgente siempre tenemos que seguir adelante cogidos todos a la Esperanza de cada día.
Hoy llueve también con cierta fuerza, hoy nada invita a estar fuera, hoy parece que todo nos dirige hacia el soportal de nuestras casas aunque en días como estos, con las inclemencias a flor de piel, me acuerdo y mucho de los que no tienen un techo, los que pasan necesidad, los que llevan una vida en gris aunque el sol esté fuera. ¿Qué hacemos por ellos? ¿Te lo has preguntado? ¿Darle una limosna? ¿Ayudarle y ofrecerle tu mano? ¿O seguimos mirando hacia otro lado?
En estas preguntas está la aceptación o no de ser verdaderamente cristianos.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo
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