Buen día nos dé Dios.
Lleva circulando hace unos días por las redes sociales una fotografía, a modo de cártel, en la que aparece un nazareno o penitente pero en vez de llevar un antifaz al uso lo que llevan es un paraguas. La verdad es que es una composición imaginativa y ciertamente ingeniosa pero que al fin y a la postre se mofa en torno burlón lo que es la Semana Santa en nuestra tierra.
Es verdad, que con todos los temporales que nos están cayendo, tengan el nombre que tengan, todos los que somos y nos sentimos cofrades estamos mirando más el tiempo ya sea por internet, los partes metereológicos, e incluso nos asomamos a la ventana mientras perdemos la mirada en ese cielo lleno de nubes que luego se vacían a modo de lluvia litro por litro.
Y lo hacemos porque sentimos este particular apostolado con apasionamiento que es como se hacen las cosas que tienen que ver con Dios. A lo mejor en otros carismas el tiempo no incide tanto como el cofrade pues pone en la calle un patrimonio artístico y humano a tener muy en cuenta pues cuando llueve solo nos acordamos de los bordados o de las imágenes pero también están los penitentes, nazarenos, acólitos, monaguillos y penitencia que sufren las inclemencias del tiempo.
En algunas ciudades, en algunos pueblos, se vive de manera muy especial la Semana Santa pues recrean con misterios pasionales que procesionan en paso, andas o tronos ante la mirada de todos los que quieran contemplarlos. Es poner a Cristo en la esfera más pública que hay como es la calle, es decir al mundo: ¡Somos cristianos, somos católicos, y con esta protestación de Fe pública hacemos que Jesús esté a pie de calle! ¡Qué estamos orgullosos de ser cofrades porque estamos orgullosos de creer en Dios!
Y por eso la burla, la mofa, ingeniosa o no, es tan mordaz con todo lo que tenga que ver con la Semana Santa pues muchos que son contrarios a que nuestra Fe se muestre tan abiertamente desean sobre todas las cosas que las creencias, sobre todo la Católica, se viva tras las paredes de la sacristía y si se puede tampoco allí.
Esos que tienen tanto ingenio luchan por un laicismo expansivo pues en verdad quieren propagar una nueva religión donde Dios no está ni se le espera.
Por eso cuando veo todos los dibujos, fotomontajes, chistes, algunos ingeniosos, algunos hasta graciosos, me doy cuenta del trasfondo que no es tan amable sino un ataque por derecho al apostolado cofrade.
La Semana Santa además de la conmemoración de la pasión, muerte y Resurección de Cristo es una cita ineludible para el turismo de muchos lugares. Nosotros, los cofrades, si llueve nuestras imágenes se quedan en el templo pero las ciudades se quedan vacías. ¿Eso es lo que quieren los que quieren quitar la Semana Santa del medio?
Feliz viernes y perdonad esta larga reflexión.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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