Buen martes nos dé Dios.
Hoy se me ha venido la hora encima pues no he parado ni un solo minuto. En días como el de hoy te das cuenta en verdad lo deprisa que pasa la vida, que en cuanto menos te lo esperas, llega la tarde, llega la noche y si Dios quiere un nuevo día.
Miramos el reloj, contamos los días para que llegue el viernes, los días libres, las vacaciones y no no estamos dando cuenta que mientras tanto la vida pasa y minuto que no nos demos cuenta minuto que perdemos para siempre.
Pero aun así, aun en los días que no te das cuenta de nada, que el tiempo pasa tan deprisa tienes que hacer una revisión de lo que ha acontecido y dar gracias a Dios porque seguro que en muchas ocasiones has ayudado, aun sin proponértelo, a los demás.
Y es que cuando estamos impregnados del Amor que el Señor nos regala, nos otorga, siempre y en todo momento nuestro corazón se abre hacia el Bien y ofrecemos nuestra mano, nuestro apoyo, nuestro cariño, nuestras palabras, nuestro gesto, a todos los que los puedan necesitar aunque no lo pidan.
Hoy la mañana se me ha pasado volando pero tengo toda una tarde para seguir haciendo el Bien y eso por sí es una inmensa Alegría.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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