Buen día nos dé Dios.
Muchas veces cuando estamos muy liados o tenemos muchos compromisos siempre decimos eso de que lo único que anhelo es "estar tranquilo".
En verdad queremos estar tranquilos? Si después de un tiempo gozando de la misma nos volvemos a meter en mil frentes pues nuestra condición es la de estar activos y cuando no podemos más quejosos.
Una semana, a lo sumo, nos dura eso de la "tranquilidad". Después la cabeza empieza a maquinar y acabamos más liados que al principio.
Eso es bueno y también malo para qué lo vamos a negar...
Reconozco que ansío la tranquilidad, apartarme de mucho, para concentrarme en lo que en verdad me importa y me hace Feliz.
La tranquilidad que quiero no es estar sin hacer nada mirando la ventana. Que cosa más aburrida!! Sino enfrascarme en esos proyectos que siempre voy posponiendo porque necesito tiempo y tranquilidad para afrontarlos.
La tranquilidad que ansío es perderme en la sierra y disfrutar de la naturaleza en estado puro, visitar museos, asistir a conciertos, obras de teatro, presentaciones de libros, leer sin tiempo, escribir...
Dedicarle ese tiempo a las cosas de Dios donde el mirar el reloj está prohibido.
Estar con quién quiero y sé que me quieren porque ya los tiempos del falserío pasaron...
Si, la tranquilidad que ansío es vivir esta a mi manera donde el hastío, el aburrimiento no tienen cabida como no lo tienen otras cosas que a mis 47 años largos no tienen ningún sentido.
Tranquilidad, sí!!! Pero que clase de tranquilidad?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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