Buen día nos dé Dios.
Hoy la Iglesia conmemora los Dolores de Maria y en estos nos podemos ver reflejados.
El sufrimiento de María fue insoportable pues a quién más quería, al Hijo de sus entrañas, lo estaban martirizando con obras, palabras, silencios, desprecios...
Fue abandonado por casi todos y sintió esa inmensa soledad de los que en verdad nunca están solos.
Dolores ante tanto sufrimiento y ante el Martirio de la muerte y sólo por hablar y decir lo que tenía que decir y hablar para que el Reinado de Dios impregnara en los corazones de todos.
Vino a romper esquemas a base de Amor en un mundo estructurado en la venganza y en el odio.
Y sufrió su Dolor con Fe, con Amor desgarrado y con Gratitud.
Así deberíamos vivir nuestro dolor, como lo hizo María, con Amor, Gratitud y con Fe.
De Tu mano Madre, nunca me encuentro perdido.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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