Buen día nos dé Dios.
Muchas veces esperamos recibir esa carta que pensamos que un día u otro llegará al buzón.
Quitando las comerciales y las del banco que siempre demuestran mayor "fidelidad" pocas recibimos que contengan cariño, alegría, apoyo o ese mensaje lleno de Esperanza que tanto necesita nuestro corazón.
Y es que hemos sustituido la carta por todo lo electrónico que es más rápido pero también más frío.
Hemos sustituido la llamada por ese mensaje enlatado que se alegra de tus alegrías al estilo de copia y pega en el mejor de los casos.
Y es que poco a poco entre todos nos vamos deshumanizando, perdiendo ese imprescindible calor que da calidez a nuestras vidas.
Ahora las Alegrías y las tristezas, los encuentros y desencuentros se hacen por medio de las redes sociales, que son muy útiles y necesarias, pero que no tienen el calor de un fuerte abrazo o el silencio contenido de una mirada.
Jesús, nos recuerda por activa y por pasiva que tenemos que perdonar y pedir perdón a nuestros hermanos dolidos, pero que difícil se hace esto por vía Facebook!!!
Por eso soy tan de distancias cortas, tan de ver, tocar, escuchar, sentir o de leer una carta donde antes, de puño y letra, has escrito sobre los dictados del mismo corazón.
Hay cartas que te ayudan y otras que te causan esa sensación de que no vale la pena seguir intentando nada pues no hay mayor sordo que el que no quiere oír.
Pero aún así vale la pena intentar todos los días hacer de este mundo un lugar mejor.
Ya sea por las redes, por vía epistolar, por medio de un abrazo o una simple mirada, intentemos hacer el Bien sin mirar a quién pues todos necesitamos del cariño, de la bondad, de un motivo para seguir teniendo Esperanza.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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