martes, 29 de septiembre de 2015

desde el tren. 29 de septiembre.




Buen día nos de Dios. 

Pasamos la vida haciendo cola para viajar, ver, conseguir algo que creemos necesario, dedicamos muchas horas de nuestra vida parados esperando que nos llegue el turno y cuando lo conseguimos nos damos cuenta que no ha valido tanto la pena. 

Pasamos demasiado tiempo anhelando lo que está por llegar y no nos paramos a ver que lo verdaderamente importante, imprescindible, está justamente a nuestro lado.

Somos tan ciegos que no alcanzamos ver lo que tenemos delante de tanto mirar a lo lejos porque pensamos que creemos ver algo. 

Si, en demasiadas ocasiones somos y estamos ciegos. ¡Y así nos va! 

¿Por qué siempre pensamos que lo de fuera es lo bueno y lo nuestro carece de validez? 

Esto pasa en todos los órdenes de la vida porque hasta con las personas ocurre. Al que tenemos al lado no lo valoramos igual que el que viene de fuera pudiendo ser el primero mucho mejor. 

¡Así es la condición humana! ¡Tanto tienes y eres, tanto vales! El profeta es el que llega de otros lares y nunca lo es el propio, el de la tierra. 

Ponemos valor a la propia vida cuando esta sin más es el principal valor. 

Si, esperamos interminables colas para conseguir "eso" que tenemos en casa desde siempre. 

¡Así es normal que nos falten horas del día! 

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo. 

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