Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
¿Quién es capaz de medir la Fe? ¡Lógicamente, Dios!
Y es verdad, la Fe mueve montañas...
Mueve la montaña de nuestros propios pesares, padecimientos, agotamientos, desgarros.
Mueve la montaña de nuestra "incredulidad", miedos, falta de compromiso.
Mueve la montaña de nuestro "acomodo", de nuestra propia visión de la realidad, de ver lo que pasa y no lo que queremos creer que pasa.
Con Fe, en Dios y en nosotros mismos, somos capaces de dar nuestro propia vida por la misma como la donación hecha entrega más sublime que pueda existir.
Con Fe lograremos incluso caminar sobre agitados mares ofreciendo la mano abierta llena de Paz y Amor a quienes se encuentren presos de las turbulencias.
Con Fe logramos caminar aunque nuestro propio cuerpo no nos responda.
La imagen que ilustra esta reflexión es un pedazo de honda fe arrancado de un momento muy específico en la procesión de la Virgen del Rosario, Patrona de Villaluenga, en la noche del lunes 7 de septiembre al termino de las Fiestas Mayores de este bendito pueblo que se celebran en su honor.
Fe de todo un pueblo en torno a su Madre. Fe de personas no importa la edad que nos demuestran el verdadero sentido de la misma.
Fe la de mi querido y siempre admirado Diego Franco que casi sin poder caminar lo hacía junto a la Madre de Dios y nuestra, junto a la Virgen del Rosario.
La Fe mueve montañas porque antes ha movido corazones.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Hoy quiero dedicar esta reflexión a todos mis queridos vecinos de Villaluenga del Rosario que acompañaron a la Santísima Virgen del Rosario y me ofrecieron un testimonio de verdadera Fe así como a Diego Franco en las personas de sus nietos Gabriel Franco BenitezDiego Franco Benitez
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