Buen día nos de Dios.
Muchas veces siento como el mundo camina hacia nosotros y si no estamos rápidos es capaz no solo de engullirnos.
Esa es la sensación que sentí cuando caminaba ayer por el centro de Madrid en dirección contraria al resto del gentío que poblaba sus calles.
Y es que esa en definitiva es la labor del cristiano y más concretamente de los católicos: ¡La de ir contracorriente!
Ahora se habla mucho, nos intentan vender con pinceladas, de la conveniencia de un "Gobierno Mundial" que no es cosa nueva sino que hace ya demasiado tiempo se intenta conseguir aunque en estos momentos parece que es más fácil el llevarlo a la práctica después del exterminio social que ha habido tras la crisis de las que dicen que estamos saliendo.
Un Gobierno único, según las mentes pensantes que quieren dirigirlo todo, es también la implantación de una religión única que por supuesto aspira a acabar con Dios.
Un religión de religiones donde el dinero, es decir el Mal, se convierta en el ídolo a venerar.
Y por eso somos tan molestos los que estamos dentro de la Iglesia Católica que también es el mayor obstáculo de este "gobierno mundial". ¿Por qué será?
Muchos son los que se han subido a altas tribunas para lanzar esa idea global y mundial de un gobierno que nos dirijan a todos, todos están en el mismo barco porque todos son integrantes de ese poder.
¿Ejemplos? Solo hay que mirar las hemerotecas de los diarios y los verás. Algunos más recientes que otros.
Por eso, también en esto, nosotros los que profesamos nuestra fe debemos seguir caminando contracorriente porque nunca olvidemos que para los que seguimos a Cristo no nos sirve para nada el dinero si lo tenemos que cambiar por el Amor, la Vida, la entrega a los demás, la Esperanza.
Todos tenemos fe y todos tenemos que poner resistencia para acabar siendo un simple número del mercado del mundo porque Dios nos dio a todas las personas dignidad de ser hijos suyos únicos e irrepetibles. Para el Señor no vale el dinero porque tenemos que pensar que nosotros por mucho que tengamos nunca podremos comprar ni un segundo más de vida que nos tiene prefijada nuestro bendito Padre Misericordioso.
Hay muchos que veneran el becerro de oro, no hemos cambiado tanto desde Moisés, pero somos más los que seguimos los pasos de Jesús que nos abre los brazos como el mejor de los Amigos.
¡Ve contracorriente y no te digo que no tengas dificultades, pero serás feliz en la forma de vivir tu vida con la máxima coherencia!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Hoy quiero dedicar mi reflexión a mi queridaEsperanza Venegas Lopez como también a Fran Romero Juan Jose Moreno Torrejon en su día. ¡¡Muchas felicidades!!
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