sábado, 26 de septiembre de 2015

desde el tren. 25 de septiembre.



Buen día nos de Dios.

Desde Madrid.

Los lugares, los sitios no son como son sino como en realidad se recuerdan.

A mi me pasa con Madrid como con Granada porque siempre que las recuerdo aparece en mi memoria la sensación de frío seco, agradable e incluso purificador.

Es la memoria y los recuerdos lo que van construyendo la vida a nuestro alrededor y en demasiadas ocasiones la vida se conformo a base de recuerdos.

Pienso que muchas veces desechamos los recuerdos que albergan nuestra memoria porque no nos atrevemos a encauzar nuestra propia realidad.

Vivimos en una vida casi inventada donde todo está por hacer porque nada de lo construido se sostiene en la verdad.

Creo que nosotros tendríamos que vivir lo que es la PUREZA DE LA AUTÉNTICO sin más artilugios innecesarios que a la larga o corta nos hace demasiado infelices en nuestras propias frustraciones.

La vida es más sencilla de lo que nosotros nos ideamos, idealizamos y queremos realizar. La vida es la que Dios te ha dado, con tus talentos, virtudes y también defectos que tenemos que ir puliendo con el tiempo y con las ganas de ir mejorando en nuestra propia felicidad. La vida es otra cosa a la que nosotros mismos nos hemos ido montando a fuerza de vivirla.

Hoy viernes mi reflexión es: ¡Vive tu vida, pero la de verdad!

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

Quiero dedicar esta reflexión a mi buen amigo Tachy Barea en su día. ¡¡Muchas felicidades!!

Esta foto que ilustra la meditación es de hace unos años atrás dando un evocador paseo mañanero por la Casa de Campo donde ese frío seco y oxigenante que envolvía al propio Madrid de mis recuerdos que están alojados en la memoria.

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