Buenos días Villaluenga.
Buen día nos de Dios.
Estamos incursos en una sociedad donde todo es cuestionable, de todo se opina con mayores o menores argumentos e incluso están los que no los tienen y que son los que con más fuerzas oprimen al resto. Es normal en todo que todo cacique no sea una persona muy versada sino un supino ignorante pues si no no ostentaría esta condición.
Sí, pienso que en este mundo sobran caciques que quieran llevarse el ascua a su particular sardina sin importar absolutamente nada lo que piensen los demás.
Ahora lo estamos viendo y se está haciendo más palpable. En estos momentos existen muchas variantes para una sola categoría: Están con chaquetas y corbatas que aunque preparados quieren imponer sus normas, los que llevan camisetas que no tan preparados quieren imponer sus normas. Imponer, imponer, imponer...
Estamos en la sociedad de la imposición: ¡Esto se hace porque me sale..., de mi cuadriculado pensamiento! El resto o se le manipula o se le elimina: ¡Caciques!
Y en nuestra particular existen una porción de esos caciques que quieren destruir la casas común que es España porque les interesa quedarse con un cuarto de la misma donde su poder absoluto poder derrochar en detrimento de los habitantes de esa habitación que al fin y a la postre son los peores perjudicados.
Nadie quiere quedarse con el cuarto de baño o de la limpieza. Las partes feas de las casas para otros. Ellos prefieren el salón, la biblioteca donde está la caja fuerte o la cocina donde preparar los potingues que después ofrezcan como logros. Esos cuartos quieren hacerlos su particular aunque para eso tengan que desgajar, desmembrar la casa común que es España y perjudicar a todos sus habitantes: Los españoles.
¿Y que nadie ponga pie en pared y saque la escoba para limpiar de caciquillos de tres al cuarto con olor a pescado podrido de esta bella y preciosa casa?
¿Y que nadie sepa que hacer con estos que se creen archipámpanos de la India cuando en verdad son simples filibusteros?
Hoy mi reflexión es menos espiritual y más patria aunque también es bueno reflexionar desde nuestro entorno porque muchos de esos caciques que quieren destrozar España también quieren hacerlo con nuestras tradiciones y devociones porque para ellos nada hay que no se pueda eliminar.
Pido al Señor que nos de luz a todos para ver que tenemos que hacer siempre para su mayor gloria y sobre todo que proteja a España que en su tiempo fue tierra de misión aunque ahora se haya convertido en tierra a la que urge evangelizar pues está perdiendo sus señas de identidad entre tantos intereses que la han llegado por convertir en una torre de babel.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
¡¡VIVA SIEMPRE ESPAÑA!!
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