Buen día nos de Dios.
En esta vida siempre hay un momento y un lugar para todo. Lo único que nos pasa es que nosotros no los encontramos.
Sometidos a tantas presiones, injerencias, tantas circunstancias que rodean nuestro vivir, tantas obligaciones propias y las que con el paso de los años nos vamos creando perdemos ese sabio sentido de parar de vez en cuando para hacer lo que realmente nos gusta hacer sin pedir permiso ni perdón.
¿Cuánto tiempo hace que no te das un buen paseo? ¿Cuánto hace que no te pierde perdiendo la mirada en el horizonte plateado de la mar? ¿Cuánto hace que no respiras aire fresco de la montaña? ¿Cuánto hace que no te sientas a observar lo que te rodea en ese banco de esa plaza que para ti es tan acogedora? ¿Cuántas veces no hablas sin mirar la hora con tu mujer, tu marido, padres, hermanos, familias, amigos, conocidos? ¿Cuánto tiempo hace que no hablas contigo mismo y pones en orden tus ideas o meditas sobre el proyecto de vida que estás llevando a cabo? ¿Cuánto hace que no hablas con Dios?
Si lo haces a diario o muy a menudo enhorabuena porque estás viviendo cada momento y ocasión que redundan en la plenitud de tu propia vida.
Si no lo haces, querido hermano, creo que deberías repensar el trayecto que has cogido porque a la larga ese que puede ser muy exitoso, muy importante, muy satisfactorio para ti después se convierte en una pompa de jabón lleno de insatisfacciones.
Dios nos ha dado una vida que solo él sabe cuando comienza y cuando termina. Nos sigue regalando días que duran 24 horas en las que tendremos oportunidad de hacer todo lo que tengamos que hacer porque las horas no pasan tan rápidas como a veces creemos.
Reconozco que una de mis pasiones es leer y aunque tengo algunos libros abiertos intento "rascar" tiempo al tiempo para sentarme con un buen libro, que me aporte, frente a frente y entre los dos descubriremos, lo apasionante que es la vida que se recoge en esa publicación que en ese momento tengo en mis manos.
Leer es conocer, es cultura, es saber, es disfrutar, es aprender, es tener conocimiento, es vivir. Y tener todo esto es ser una persona culta, con opinión propia y también más libres porque por muchas paparruchas que nos quieran meter en la cabeza para que aborregados hagamos o digamos lo que ellos quieran gozaremos de una libertad que es la del saber.
Conociendo, leyendo, formándonos entenderemos muchas cosas.
Y leyendo, orando, teniendo tiempo para mis tiempos he llegado a profundizar en el Señor y gozar cada instante con Él porque nos quiere Libres y la Verdad nos lo hace.
Hoy sábado es un buen día para hacer lo que ante he expuesto, o más, y también para leer un ratito.
¿Te apuntas?
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Esta reflexión se la dedico a una apasionada de la lectura y de disfrutar con sus tiempos y lugares. Mi mujer Hetepheres Benítez Collantes
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