domingo, 6 de julio de 2014

desde el tren. 6 de julio.

Buen día nos de Dios. El domingo ha amanecido con cierto frescor aquí en Villaluenga del Rosario y se nota que los primeros compases de este verano no está haciendo el calor de antaño. Dios nos ofrece una inmensa diversidad en nuestro día a día para que sepamos captar las excelencias de todo cuanto nos rodea. El Evangelio de hoy, leedlo sin falta, es el que más me llena, el que he hecho mío desde siempre. Jesús nos quiere fuertes y alegres para llevar a cabo nuestra misión particular aunque nos dice que cuando nos sintamos cansados, agobiados, preocupados, tristes ahí está Él. Muchas veces nos podemos preguntar que podemos hacer para llevar el Mensaje, la Palabra del Señor a nuestra vida y también a la de los demás y solo encuentro una respuesta: ¡Ponernos en Manos de Dios! Sí, porque si intentamos hacerlo por nosotros mismos, por mucha voluntad que podamos tener, no lograremos nada o muy poco, pero teniendo al Señor como faro y guía de nuestra vida Él pondrá palabras de verdad en nuestras bocas, siempre sabremos que decir, hacer en cada instante. Hay momentos en los que no se puede decir nada pues no salen las palabras porque el sufrimiento y el dolor es mucho, es entonces cuando notas el calor de Dios dentro de ti que te deja mudo y te hace estar allí acompañando y dando calor a la persona que sufre. ¡Dios se manifiesta en nuestras vidas y en la de los demás de las maneras más inexplicables! Lleva siempre al Señor en tu corazón, llévalo a la vida diaria, extiende su Palabra y Obra por todos los rincones y mundos que te muevas y estarás haciendo siempre según Su Voluntad. Feliz Domingo, Día del Señor. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario