martes, 15 de julio de 2014

desde el tren. 15 de julio.

Buen día nos de Dios. Jesús nos hace todos los días una llamada que nos invita a la conversión. Aunque seamos creyentes y llevemos a nuestra vida a Dios muchas veces se nos complica todo y empezamos a desviarnos del camino propuesto. A todos, sin excepción, nos pasa. Lo que debemos es ser lo suficientemente humildes para aceptar nuestro error que nos ha llevado a la distracción. Porque a ver, ¿Cuántas veces miramos para nuestro lado y dejamos aparcada nuestra fe y todo lo que conlleva cuando se nos ofrecen determinadas cosas que nos benefician? ¿Somos conscientes del mal que hacemos de palabra, obra u omisión? ¿Son conscientes lo que se dedican a la "cosa" pública de la importancia que tienen sus actos y decisiones para que se vea reflejado en el mundo que son cristianos coherentes pase lo que pase y pese a quién pese? ¿Hacemos todos todo lo posible para llevar a Dios siempre en nuestras vidas y transmitir su mensaje a los demás? ¿De verdad queremos a nuestros hermanos y dedicamos tiempo a los más desfavorecidos, necesitados de amor, cariño, ánimos, por causa de la necesidad económica, enfermedad, tristeza? Sí, realmente todos necesitamos que nos recuerden el convertirnos y reconvertirnos todas las veces que haga falta. Sí, Jesús necesito que me lo recuerdes y me invites a diario para que lleve la conversión a mi vida. Y tú, ¿ Vas hacerle caso a Cristo o vas a mirar hacia el lado de la comodidad que nos va alejando de la Salvación? Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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