Buen día nos de Dios. Ya hemos empezado el mes de mayo y con él las Primeras Comuniones. La mayoría de las veces le damos un carácter lúdico y festivo a un acontecimiento de verdadera importancia para los católicos porque prima la fiesta, los regalos y el viaje soñado a vivir en primera persona que Jesús Eucaristía entra por vez primera en el cuerpo de esos benditos niños convirtiéndolos en Sagrarios temporales. Comulgar es llenarse del único Alimento que da Vida Eterna y plena, es llenarnos de fuerzas para encarar la vida según los designios preparados por Dios. Por eso cuando llegan estas fechas, que me cogen muy de cerca pues Hetepheres es catequista, siempre rezo para que no sea la primera y última vez que los niños asisten a Misa, participan de la Eucaristía y comulgan el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo. Ser padres coherentes con nuestras creencias es acompañar a sus hijos en el camino de la fe y eso es una labor diaria. De nada sirven los trajes, los regalos, los festines si estos nublan la vista de que Jesús está para siempre con nosotros. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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