Buen día nos de Dios. Empieza una nueva semana donde nos acontecerá lo que nos tenga que suceder. Algunas nos gustarán más y otras menos aunque todas nos beneficiarán a la larga si sabemos ponernos en manos del Espíritu Santo. Podemos confiar en nuestras propias fuerzas pero debemos saber que estas son limitadas y más de una vez flaquean, en cambio si nos abandonamos en los brazos redentores de Dios todo cuanto nos pueda suceder, aunque al principio no lleguemos a entenderlo, será un bien para nuestras vidas. El Padre siempre nos mira con ojos de amor y benevolencia a sus hijos y siempre quiere nuestro mayor bien. Os deseo una feliz semana y dejad que el Amor protector de Dios inunde vuestras vidas. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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