Buen día nos de Dios. Estamos sometidos a diario a ser saqueados por las fuerzas del mal. Para el Maligno y sus secuaces no hay impedimentos. Cruzan cualquier frontera por el mero hecho de perpetrar sus objetivos y las personas buenas y de buen corazón se ven, en unos momentos, desvalidas. El no caer en sus garras está el principal objetivo que nos debemos marcar. Para eso tenemos a Dios siempre con nosotros que quiere lo mejor para cada uno de sus hijos. A Dios se le llega de diversas formas y sobre todo por la oración sincera y la Eucaristía. Cuando estás muy angustiado y te diriges al Padre con el corazón contrito y anhelante nada hay que retenga su Amor hacia cada uno de nosotros y nuestras circunstancias porque para Él nada de lo nuestro le es ajeno. En todos los momentos de tu vida confía en Dios y cuando vengan los bajones debemos saber que es el único que va a estar con nosotros a las duras y a las maduras. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario