Buen día nos de Dios. En servir a los demás, en el amor que demos y ofrezcamos está y radica el gran secreto de la felicidad. Si sólo nos miramos a nosotros, nuestros problemas son los problemas, si solo vale el egoísmo y nadie nos importa, mal va la cosa. ¿No os dais cuenta que cuando nos miramos a nosotros mismos no hay nada ni nadie en el mundo? Después nos damos cuenta de que no era tan importante todo. Y todo está en el mandamiento del amor de dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, posada al peregrino... Entregarnos a los demás en cuerpo y alma. ¡Hay tantos que tienen hambre de alimentos, de compañía, de ser escuchados, comprendidos, apoyados...! En nuestras manos está conseguir la vida eterna. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario