Buen día. Qué me importa hacer de todo para lucha en esta vida si con ello estoy perdiendo mi alma, estoy perdiendo a Dios. Muchas veces nos enfrascamos en luchas estériles, perdidas de antemano para salvar no se qué razonamiento y con ello hacemos gran daño a nuestros semejantes que es lo mismo que hacerlo con nosotros mismos. Estamos obcecados con esa idea que creemos buena y resulta ser catastrófica a la vuelta de la esquina. Tanto utilizamos la cabeza que perdemos el alma. Nuestros proyectos, caminos, ideas deben ir parejas a lo que Dios quiere de nosotros y para nosotros. No podemos perder el norte de la vida por hacer mucho y querer abarcarlo todo. Piensa que el Señor nos tiene encomendada una misión concreta en nuestra vida y para alcanzarla tendremos que coger por varias sendas que Él nos irá señalando. Tengamos abiertos todos los sentidos para saber que quiere de nosotros en cada momento. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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