lunes, 12 de agosto de 2013

desde el tren. 12 de agosto.

Buen día nos de Dios. Empieza otra nueva semana. ¡Qué nos cuesta empezar todo en la vida! Ya sea por comodidad, por temor, por indolencia, por lo que sea nos cuesta la misma vida dar el paso y comenzar de nuevo. Las cosas buenas menos que las otras, pero todas llevan aparejados grandes dotes de "sacrificio" personal. Para el cristiano no debe suceder esto pues tenemos que estar dispuestos y predispuestos para acometer en cualquier momento la misión que nos encomiende el Padre. Para nosotros no existe ni el hastío, ni el cansancio, ni las excusas. Cuando se nos pida algo tenemos que ser diligentes y hacerlo sin mirarnos ni pensar en excusas que solo me engañan a mi mismo. Nuestro mayor compromiso es llevar el Reino de Dios a todos los hombres, darlo a conocer a todo el mundo y nuestro mundo empieza con los que tenemos al lado. Todo en la vida cuesta, tiene un precio, pero la salvación no se compra ni con todo el oro del mundo. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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