Buen día nos de Dios. Última semana del mes de agosto. A lo mejor debemos evaluar cada uno como ha sido, que hemos hecho y que se nos ha escapado de las manos. ¿Cómo de ardiente ha sido la zarza de nuestra fe? O si por el contrario nos hemos relajado en exceso. Este particular examen lo debemos hacer sin acritud hacia nosotros mismos porque de nada sirve lamentarse o criticarse severamente sino que todo esto nos pueda servir como piedra de toque para los días venideros. El Señor está todo el año con nosotros aunque habría que preguntarse si nosotros lo estamos con El. De esta respuesta tiene que surgir tu particular reflexión. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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