Buen día nos de Dios. La indiferencia solo trae dolor porque maltrata a nuestros semejantes. La indiferencia es producto de la soberbia y el orgullo que son manifestaciones de que el Maligno nos tienta en demasiadas ocasiones. Nosotros solemos caer irremediablemente porque ante esta afrenta que nos hacen contestamos de igual forma por lo que la indiferencia solo trae más indiferencia y con ello más dolor. ¿Cuando nos damos cuenta de que esta situación nos hace daño? Pues cuando nos abajamos de nuestros particulares pedestales y vemos la única realidad: Somos frágiles como hoja de árbol en otoño y que haciendo daño nos lo hacemos a nosotros. Solucionemos las causas que han motivado esa injusta situación y si eres el primero que tienes que tender la mano, ¡Hazlo! Y la felicidad, la paz y la tranquilidad entrarán en tu vida a espuertas. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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