Buen día nos de Dios. El olvido en algunas ocasiones no es malo, mas bien es una necesaria cura de humildad. Muchas veces nos encontramos instalados en los atriles de la popularidad y eso hace que perdamos el norte de muchas cosas. Nos hallamos instalados en la irrealidad. Por eso cuando Dios dispone que nos instalemos en esa " atalaya del olvido" sea voluntario o no puede que al principio nos cueste adaptarnos, pero sin duda es lo mejor para nuestras vidas. Alejarnos de los focos de atención hace que veamos otras perspectivas que creíamos que no existían y que son fundamentales. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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