Buen día nos de Dios. ¡Volver a empezar! Cada día volvemos a empezar, cada instante lo hacemos. Aunque creo que deberíamos plantearnos el empezar siempre para el bien en todas sus facetas e ir terminando con todo lo negativo, lo malo que nos pueda rodear. Mucho no estará en nuestras manos el conseguirlo, pero al menos lo que dependa de nosotros si lo podemos llegar a erradicar. No todo lo malo tiene que ser perverso, al contrario puede ser a causa de olvidos, heridas en nuestro orgullo, distanciamientos innecesarios que se han hecho realidad y nadie da el paso para solucionarlo. Todo supone un desgaste, una pérdida que nos lleva irremediablemente al hastío y la tristeza y con ese estado nos levantamos y acostamos todos los días. Dentro de poco amanecerá y volveremos a empezar. ¡Hagamos lo necesario para que el bien inunde nuestras vidas! ¡Tan fácil o sencillo como eso! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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