Buen día nos de Dios. Hoy me he acostado cuando empezaba a clarear el día y lo he hecho porque he podido vivir, gozar y disfrutar de un verdadero acto de piedad y de devoción. A las cuatro de la madrugada ha salido la Virgen del Rosario, Patrona de Villaluenga, por las calles de este bendito pueblo en auténtico Rosario de la Aurora. Después Santa Misa y desayuno con la Hermandad. He descansado muy poco pero estoy exultante. Las cosas de Dios y de la Santísima Virgen Maria no cansan sino que nutren nuestras vidas. El que se entrega a evangelizar, a Dios por medio de los demás no encuentra momento para el hastío y el aburrimiento y por más que te desgastes no te afectará porque con un mínimo descanso te encuentras lleno de energía, de esa energía que solo puede dar el Señor de los Cielos y Tierra. ¡Todo un Pueblo alrededor de la Madre de Dios! ¡Qué alegría poderla haber vivido tan intensamente! Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Buen día nos de Dios. Pasamos los días pensando que mal estamos, que no podemos ni siquiera dar un paso, que si estamos tristes, aquejados de algún mal, que si... Y no nos fijamos que los demás tienen los mismos problemas o están mucho peor que nosotros. Es hora de dejarnos de mirar nuestros respectivos ombligos para empezar a ver y a sentir a los demás. No hay peor ceguera que nuestros propios impedimentos, nuestra falta de esperanza que es la que queremos implantar, como sea, a nuestro alrededor. Seamos seres felices para nuestros semejantes, la mano consoladora a quienes se pueden agarrar los que lo necesiten. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.