Buen día nos dé Dios.
Cuando se lleva ya unos cuantos meses que la salud no está para tirar cohetes sino todo lo contrario. Cuando el dolor, el agotamiento, los padecimientos te hastían tanto que llegan a cansarte, que casi todo te cuesta la misma vida hacerlo, cuando ya no puedes más y sabes que empieza un tiempo de pruebas, revisiones y médicos la lógica preocupación queda aparcada a un lado pues ansias recobrar la "normalidad", la tuya y que personal e intransferible.
Hoy es ese día en el que empiezo mi particular vía crucis en torno a los médicos, a las temibles, por lo molestas que son, pruebas y sobre todo vivir con la incertidumbre de los resultados que cada una vaya dando.
Toda revisión es temida pero cuando sientes que no te encuentras bien pues lo son más.
En estos momentos, como tantos en la vida, hay que coger con fuerza tu cruz y pedirle a Dios que se haga según su voluntad que a lo mejor no es lo mejor para mí aquí y ahora pero sé que puede serlo en el tiempo que maneja el Señor.
El miedo siempre es libre pero el miedo te esclaviza. Sólo la Fe nos hace Libres pues aun sentados en un sillón, acostado en una cama o sin poderte mover puedes llegar a saborear esa clase de libertad que sólo ofrece Dios y que no encuentras en ningún lugar salvo con Él.
Os pido vuestras oraciones pero siempre si Él hace su voluntad sobre mí porque de otra manera, la verdad sea dicha, nada tendrá sentido.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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