Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy conmemoramos en la Iglesia, en todo el orbe católico, la Venida del Espíritu Santo al Santo Colegio Apostólico, hoy conmemoramos ese fuego que a modo de paloma penetró en nosotros para hacernos hombres y mujeres de Dios y para Dios.
Hablamos, decimos, exclamamos pero que poco nos acordamos del Santo Espíritu en nuestro devenir diario.
Tenemos que rezar más para que Dios nos alumbre, nos guíe, nos lleve de la mano, en este mundo tan alejado de la Bondad, del Amor, del Bien...
Son muchos los intereses creados que no llevan a ningún lado, son demasiadas cobardías para conseguir algo tan efímero como es el poder en cualquiera de las esferas que se ubique.
Hay demasiadas guerras, persecuciones, insultos, hambre, enfermedades y muy pocos Testigos de la Verdad, del Amor de Dios.
Hay demasiada cobardía, demasiada bajada de pantalones, demasiada chulería, demasiadas amenazas por conseguir la meta y el fin que tengan prefijados los que se endiosan de si mismo y muy pocos que den la cara.
Solo con la Luz del Espíritu Santo seremos capaces de plantarnos ante el mundo que solo piensa en el mundo y anunciar a todos el Reino de Amor, de verdadera Igualdad, que es el de Dios.
¡¡Feliz Domingo de Pentecostés!!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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