sábado, 3 de junio de 2017

3 de junio. Dos ventanas.

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Buenos días Villaluenga.
Buen días nos dé Dios.
¿A qué ventana miramos con más asiduidad?
¿La que tenemos siempre delante de nuestras miradas, es decir, la del ordenador o esa que está frente a nosotros y que corresponde a nuestra vida real?
Pasamos demasiado tiempo en ese mundo que hemos creado, en ese lugar virtual donde confluyen tantos y tantos, donde los amigos se cuentan por miles aunque en verdad sean muchos menos, donde puedes aprender mucho, convivir mucho, fraguar grandes amistades y relacionarte con el mundo a un nivel muy general, donde compartes tu vida y los demás la suya contigo.
La ventana de la red es muy buena siempre y cuando sepamos utilizarla para el Bien, para fomentar la amistad, para hacer camino juntos donde estemos donde estemos podamos contar con el otro.
Gracias a esta ventana virtual se hacen muy buenas amistades que luego siguen en lo personal, se encuentran familias y amigos que hacían muchos años que no sabían nada de sí, la soledad es menos soledad y la compañía se nota a cada instante aunque le falta eso que llaman calor, el valor de contemplar una mirada o llegarte a ensimismar en una sonrisa.
También en la red se dan acabadas amistades de forma más real que virtual porque en esta ventana todo pasa a tiempo real.
Y aunque sea bueno que entremos y también "vivamos" dentro de este espacio no debemos perder el contacto con la realidad, con el día a día, con lo que pasa aquí y ahora, con los que tenemos al lado, con lo que vemos con nuestros propios ojos sin que nadie nos lo cuente.
Es esa ventana que tenemos justo detrás de la ventana que tenemos delante nuestra la que no debemos perder contacto visual porque esa es nuestra vida que no es virtual sino de carne y hueso, esa es la que nos acompañará todos los días, esa es la realidad.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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