domingo, 11 de junio de 2017

11 de junio. En torno a la Santísima Trinidad.

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Buenas tardes ya mi querida Villaluenga del Rosario.
Buen día nos dé Dios.
Hoy Domingo celebramos el día de la Santísima Trinidad, el día en el que vemos que Dios es Uno y además Trino, el día de la manifestación del Amor pues el mismo Dios se desgaja y nos entrega a Su Unigénito para salvarnos y al Espíritu Santo para que nos guíe y ayude en nuestro caminar por este valle de lágrimas, de dudas y pesares.
Tenemos que rezar mucho pero cuando vemos una situación tan alejada de cuanto creemos, de lo que nos han enseñado desde que apenas empezábamos a caminar cogidos de la mano de nuestros padres. Sí, ahora es todo diferente o nos lo quieren vender así para llevar el ascua a su particular sardina. Nuestros padres no sabían, nos dicen, los sacerdotes de esos años no estaban preparados, remarcan, lo de ahora es la verdad, es el camino correcto y cuando leo el Evangelio suenan con fuerza las palabras de aquellos "ignorantes" sacerdotes y de nuestros padres que al parecer no sabían nada pero que eran capaces de morir por la misma Fe.
Sí, tenemos que rezar al Espíritu Santo para que nos guíe en esta vida pues si seguimos caminando por la misma como "esos" quieren a lo mejor nunca alcanzamos la gloria pues nos habremos separado tanto que ya nos será difícil el coger la senda de nuestra propia salvación.
El diablo, en el que no cree el superior general de los jesuitas, actúa en las almas desde el profundo y hondo pozo que es la duda. Sí, hay que rezar mucho para que la duda no nos afecte y hay que hacerlo también para los que han perdido el norte de la Vida la vuelvan encontrar y más si ellos llevan a más por ese oscurecido camino.
Hay muchos queridos hermanos que andan atosigados por el devenir diario de lo que es vivir sus creencias tanto en el ámbito privado como público que me dicen que entre unos y otros están acabando con su fe y yo les digo que no, que eso no puede ser así, porque nuestra Fe no está representada en una persona de carne y hueso, no tiene hábito o traque de chaqueta, no es más joven o menos viejo, no es de aquí o es de allá. Nuestra Fe en la más insondable expresión, se encuentra tras las paredes del Sagrario, se hace presente en Cuerpo y Sangre en la Eucaristía y gracias al Espíritu Santo vive con nosotros hasta el último día de nuestros días.
Mi Fe es inquebrantable y seguiré luchando por ella, dándola a conocer desde el testimonio vivencial y personal nunca desde la duda. Dios se ha manifestado en mi Vida y conozco su Absoluto Amor hacia sus hijos y el que es capaz de haber saboreado esa clase de Amor ya no hay nada ni nadie que pueda separarte del camino, de la senda, de la vereda, que te lleva directamente al Él y a su bendita Madre que nos guarda y protege bajo su Manto. Ella es María, Ella es Esperanza, Ella es Rosario...
Pero si les aconsejo a los que tienen tantas almas en sus manos que las cuiden, que las protejan de la duda, que es el Mal, que no tengan mensajes tan ambiguos, que no desaprovechen el tiempo porque Dios es Amor pero también Justo y la Justicia Divina nada tiene que ver con la que nosotros entendemos porque para esto como en otras cosas nuestras entendederas se quedan bastante cortas.
Día de la Santísima Trinidad, Día de Oración por la Iglesia, por cuantos la conformamos, por este mundo tan perdido que necesita ser hallado, por todos y por tantos que necesitan nuestras oraciones y ofrecimientos.
Que la Fe no es inalcanzable cuando se vive con Pasión todos los días de tu vida.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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