viernes, 11 de marzo de 2016

11 de marzo. Con Dios no existe el frío.



Buen día nos de Dios.
Aunque el sol nos alumbra ofreciendo a simple vista un día cálido no es así pues hace cierto frescor que a poco que te descuides enfría hasta tus sentidos.
Lo luminoso no tiene que ser cálido ni lo sombrío frío.
En cuantos lugares que parecen acogedores después sientes la frialdad de la falta del cariño y también al revés.
Jesús llama constantemente a las puertas de nuestra casa y siempre viene con los brazos abiertos mientras nosotros si lo recibimos lo hacemos con frialdad porque ser de Cristo es dejar de ser de uno para empezar a ser un poco de todos.
Parecemos hogares llenos de calor y en verdad somos témpanos de hielo.
Nos hace falta a todos encender la chimenea de nuestro corazón para ser cada uno de nosotros hogares cálidos donde nuestro prójimo se encuentre cómodo porque en él habita el Señor.
Y es que presencia de Dios en nuestra vida es esencial para ser zarzas ardientes del Amor y Misericordia que nos ofrece en medio de un mundo demasiado gélido a veces.
Deja entrar a Jesús en tu vida y tu corazón arderá en puro Amor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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