Buen día nos de Dios.
Todos los días debemos florecer y aportar el aroma, el color, la alegría del Amor que Dios nos regala.
Tenemos que ser flor aunque sin espinos que dañan e hieren inútilmente.
Tenemos que aportar belleza a nuestro ambiente ofreciendo nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra apoyo, nuestro saber y también entender.
Tenemos que mostrarnos humildes para llegar a aprender con todo y de todos. Solo los que practican la vida en la humildad y mansedumbre que tanto nos predica Jesús podrán dejar esta con el terreno abonado.
Tenemos y necesitamos ser podados para que nuestra Fe, nuestro Amor por Dios y los demás sea más fecundo, más dado y entregado.
Si, tenemos que florecer porque somos depositarios de un Amor tan grande que necesitamos expandirlo para regar al mundo de la Misericordia que tanto nos ofrece el Señor.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
— en San Fernando (Cádiz).
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