Buen día nos dé Dios.
En días nublados, de temperatura inestable, de continuos cambios de presión atmosférica, de tiempos que cambian demasiado rápido que hace estemos casi todos con el pie cambiado, en la normalidad del día a día, en la rutinaria sucesión de horas, cuando ni miras el reloj porque no pasa el tiempo, cuando la melancolía aparece, se hace visible, y el hastío ante tantas y tantas quejas piensa que a lo mejor Dios te tiene preparado una sorpresa que seguro te alegra el día...
Y para mí ha sido verte de forma sorpresiva, venir a donde trabajo para desayunar juntos cosa que desde hace mucho tiempo ya ni hago. Eres ese necesario paréntesis que alegra la vida, que te hace sonreír, que el corazón siga descabalgado cuando mira tus apasionantes y apasionados ojos.
Siendo tan diferente somos tan iguales...
Tú, que hoy te has vestido ya de verano mientras te reías de mí porque mantenía mi rebeca como prenda fija a estas alturas del mes de mayo resulta que el tiempo ha cambiado, de la primavera no hay que fiarse un pelo, y hoy hace fresco, hoy mi rebeca no sobra ni mucho menos. Hemos desayunado y nos hemos reído de cuanto se nos venía a la mente porque el Amor sin una sonrisa cómplice no puede ser lo mismo.
Hetepheres, has sido y eres la necesaria sorpresa de cada día y más cuando está todo tan nublado.
Una foto que dice mucho y sobre todo muestra tal como somos donde tú estás llegando a la madurez y yo llevo tiempo instalado en ella. Me has dicho: "Si publicas la foto dí que mañana voy a la peluquería". Jajaja. Hetepheres al 100%. Y yo tendré que ir a la barbería para que me recorten el pelo que no las canas que luzco con orgullo porque son la muestra visible de los años vividos, de los años que uno ya va teniendo.
Por eso te digo que cuando veas que tu día está nublado, cuando ni miras el reloj porque parece que las horas ni pasan, cuando la melancolía aparece y se hace visible puede ser que Dios te tenga preparado una sorpresa que seguro te alegra el día...
Y mi Alegría tiene nombre de mujer y se llama Hetepheres.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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