lunes, 20 de mayo de 2019

20 de mayo. La Ilusión de cada día.


Buen día nos dé Dios.
Amanecer a un nuevo día siempre es para celebrarlo pero hacerlo también en un lugar donde mires donde mires captas la Belleza ya es para agradecerlo a Dios mientras viva.
No es lo mismo una urbe, gris, con contaminación, donde todos corren para no perder el metro que pasa a la y cinco que hacerlo en un lugar alejado de todo esto pues en tu ciudad, que puede tener connotaciones urbanas, tienes el mar a tiro de piedra, donde ves amanecer y anochecer en la playa, o degustar la verde campiña asi como perder la vista en un blanco pueblo blanco cobijadito por la montaña mientras la luna lunera se resiste a despedirse pues de la noche oscura es bella dama.
Pero en todos los lugares el ver amanecer tiene su encanto lo único que hay que hacer es buscar el momento, la situación, como ese juego de colores del incipiente sol que se refleja en la ventana. Cada amanecer es único aunque nos parezca lo contrario, cada amanecer nos ofrece nuevas oportunidades, porque en verdad todo está por hacer.
Me parece inaudito que haya gente que diga eso de "que ya sonó el despertador y que pesadez de día" cuando no sabe ni por asomo que tiene ante si una especial oportunidad para hacer lo que deba para sostener a que este mundo se encamine hacia el bien y no hacia la indolencia que es el primer paso de la indiferencia.
¡Me niego a ser indiferente! ¡Me niego a vivir en esa apatía que parece nos hace insensibles ante los demás!
La vida no nos ha sido dada para malgastarla sin hacer nada, nos ha sido regalada para intentar llevar a cabo nuestra misión, la que sea, y que redunde en el Bien de los demás que también es el nuestro más particular.
Por eso me enamoro de ese instante de Belleza como el que muestra la imagen que completa esta reflexión, me enamoro de que haya gente buena que mimen cada día lo que es la Bondad. me enamora que todavía, a pesar de los pesares, seamos muchos los que creamos en el otro, me enamora sentir que todo lo que tenemos es un regalo único y exclusivo que nos ofrecel el Padre como mayor muestra de amor hacia sus hijos.
Por eso cada día intento levantarme con ilusión, con alegría, con gratitud y aunque hayan días donde las preocupaciones y padeceres se hagan muy presentes, doy gracias a Dios porque a través de ellos y en el silencio agradecido de la oración puedo disfrutar de ese segundo de inmensa Belleza que dura un instante pero que contemplarlo vale la pena todo una vida.
¡Feliz lunes y semana!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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