Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
¿Cuantas veces hemos escuchado eso "uff hoy hay que ir a Misa? ¿Cuántas veces lo hemos dicho nosotros mismos?
Ponemos mil excusas por no ir a celebrar la Eucaristía, parecemos esos invitados a la Cena del señor de la casa que iban poniendo mil excusas para no asistir. Cada vez que decimos es que hoy...., pon tú el motivo, y no puedo ir dí mejor que no me apetece celebrar que Dios está con nosotros, que estamos en el camino hacia la santificación, que nos comprometemos a ser de Cristo, de amar sus maneras, de asemejarnos al Amor que Él nos ofrece...
Ponemos mil y una excusas para no ir a Misa, para no comulgar su Sacratísimo Cuerpo, que es Vida en nuestra vida, para no convertirnos en sagrarios temporales suyos, para no rezar, no hablar, no escuchar lo que nos tiene que decir y que en los mil flancos que estamos metidos a diario ni nos damos cuenta...
Y así somos, así seguiremos...
Cuando el ir a Misa debería ser motivo de Alegría y Gozo en nuestras almas, porque vamos a estar con Dios, vamos a escuchar su Palabra, vamos a nutrirnos con las palabras del sacerdote en la homilía, vamos a rezar desde esa clase de tranquilidad que tanta falta nos va haciendo.
Cuando deberíamos ir a Misa no por imposición, obligación, sino como ese acto voluntario de Amor a Dios y a nuestro prójimo como a nosotros mismos y solo seremos capaces de amarnos si amamos al Señor sin fisuras.
Y cuando vayamos a Misa no vayamos deprisa, corriendo, mirando la hora, sino que lleguemos con tiempo para apaciguar nuestro corazón a lo que ha de venir, con el que hemos de disfrutar, de celebrar que no es otro que Jesucristo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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