martes, 16 de abril de 2019

16 de abril. Martes Santo.

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Feliz Martes Santo Villaluenga.
Feliz Martes Santo nos dé Dios.
Hoy es el día el que Jesús Ora en la Soledad del Huerto para que el Señor le otorgue la Gracia y la Esperanza ante las terribles horas que le queda por pasar.
Hoy es el día en el que Jesús es Prendido sabiendo que todo su dolor tendrán el Buen Fin de la Resurrección.
Hoy es el día en el que la Caridad se hace Salvación por medio de una Virgen morena que acoge a su hijo en su regazo pero no para cantarle una nana sino para llorar su muerte y el como lo mataron.
Hoy Martes Santo vuelve a ser un día en que Jesús protagoniza los misterios pasionales pero no lo hace como un rey del mundo, como un poderoso cualquiera, sino que lo hace desde esa clase de humildad que nos lleva directamente a la salvación. Nos enseña su itinerario de vida que no es precisamente fácil pero que se muestra la validez de que el fin justifica los medios. El fin de todo cristiano es la santificación y los medios son la Oración, el Perdón, la Fe, la Esperanza como Gracia y por supuesto la Caridad. Los medios es en singular el Amor como modelo de vida.
Sí, Jesús al que vemos sufrir en los misterios pasionales que ponen en carrera nuestras hermandades y cofradías nos dejó como mejor legado el vivir en el Amor hasta las últimas consecuencias cosa que al parecer no aceptamos ni de buena ni de mala gana.
Y este mundo sin Amor se halla perdido porque no encuentra la razón de ser, en este mundo sin Amor no importa los demás, todos son necesarias víctimas propiciatorias si molestan, todos son prescindibles pues la vida como tal importa un bledo, todos pueden perseguir a los que siendo de Cristo intentan llevar su Palabra, su Mensaje, al resto.
En este mundo sin Amor existe demasiado odio, demasiada sed de venganza, demasiadas ganas de satisfacer apetencias, demasiado protagonismo y también demasiada desolación.
Desolación que hace que la vida de una personas abstraída según sus intereses se convierta en un martirio que la lleva a un odio innato hacia los demás. Sí, hay muchos que odian a los demás como a ellos mismos porque aunque pensaran que seguían a Dios nunca lo hicieron porque al Señor se le sirve desde la gratuidad, el altruismo y cualquier atisbo de protagonismo estéril y no desde el afán de ser, de estar, de parecer.
Y todo porque todavía no nos hemos enterado de que Jesús murió y resucitó para salvarnos por Amor. ¿Seríamos capaces de hacerlo nosotros?
Prendido en ese Amor que es mi Buen Fin, Orando al Padre que me dé la Gracia y la Esperanza de vivir amando a los como tengo que amarlo a Él para así tener un corazón lleno de Caridad que al final abra la cerradura de la puerta de la Salvación.
La vida aunque parezca luenga es demasiado corta y no merece perderla en odiar, en manipular, en crear infamias hacia inocentes sino enfocarla en ese Amor tan inmensamente necesario en este mundo que hace mucho vive en el desamor.
Feliz Martes Santo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias

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