Buen día nos dé Dios.
La crispación no es buena ahora o nunca y en España se respira crispación...
Estamos preocupados por ese devenir que termina y empieza el próximo domingo y eso hace que nuestros gestos acompañen al ánimo que atesoramos. Se puede ser más abrupto en la comunicación verbal dependiendo también del carácter de cada uno.
Y España está crispada por algo pues toda una sociedad no puede estar enfadada porque sí...
Estamos imbuidos en una sociedad muy materialista, muy relativista, donde nada tiene importancia sino mi Yo personal, una sociedad que me hace pensar que me merezco lo mejor o mejor que me lo merezco todo sin haber aportado absolutamente nada. Una sociedad cada vez más aislada donde nuestro único punto de comunicación con el resto es por medio de la pantalla del móvil, tableta u ordenador. Los amigos son la mayoría virtuales y no existe la necesidad de querer salir de las calles digitales que a nada compromete si tú no quieres. ¿Cuántos "amigos" tienes en tu muro? ¿Cuántos son de verdad tus amigos? Porque en la virtualidad puedes lograr grandes y buenos amigos pero desde el compromiso personal y soy un ejemplo de ello.
Una sociedad frustrada hace que el mundo también lo sea y por tanto la Nación que nos vio nacer.
A lo mejor es hora de poner la mirada en esos altos horizontes de empezar a construir la España que queremos dejar generaciones más jovenes, es hora de dotarla de los valores que se han perdido, de forma interesada, y mantener lo que son nuestras raíces, nuestra cultura, que es inmensamente rica, nuestra historia, que ha sido verdaderamente gloriosa, nuestra Tradiciones que son tan nuestras como nuestro propio hogar, nuestras creencias, nuestras devociones.
A lo mejor es hora de cimentar esta casa común llamada España y hacerlo a conciencia. En esta España que nos alumbra todos los días porque formamos parte de ella pienso cabemos todos los que la queremos de verdad. Todos somos necesarios seamos como seamos, pensemos como pensemos. Todos debemos aportar nuestro granito de arena. Desde la diversidad, que siempre enriquece, desde la honestidad, desde la valentía, desde la cohencia, debemos sentirnos todos orgullosos de ser españoles, que no es ser "fachas" según el insulto de los mediocres que solo atisban a ver su ombligo, sino ser patriotas que es lo mismo que ser y sentirse español.
Reconozco que el próximo domingo, sea el resultado cual sea, España seguirá crispada porque hay muchos que le interesan que siga así, son los que quieren que este mundo todos los pueblos, ciudades, países, sean iguales unos a otros, donde los que mandan ejecutan las directrices de los que verdaderamente tienen el poder y los demás nos convirtamos en seres robotizados sin voz, voto, opinión ni nada de nada... Un nuevo orden mundial donde el ser humano queda destituido de su dignidad y donde la vida y la muerte pasa a ser una simple herramienta y no un don.
Sí, seguiremos crispados porque hemos puesto nuestros intereses por encima del bien y del mal y sobre todo porque hemos excluido a Dios de nuestras vidas. ¡Así nos va!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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