Buen día nos dé Dios.
Muchas veces nos levantamos y nos decimos: Pero que cansado estoy...
Y es verdad porque demasiadas veces la vida no nos da tregua y otras veces somos nosotros los que no damos tregua a la vida.
Arrastramos un cansancio añadido que queremos enmascarar con la primavera pero que al final resulta que la tenemos todo el año hagamos lo que hagamos.
Esperamos con ansias unos días de vacaciones para desconectar pero después no hacemos no lo uno ni lo otro y a seguir la marcha de nuestro día a día...
Más cansados, más agotados estaremos si confiamos sólo en nuestras fuerzas por estas se acaban por ir acabandose ya sea por las mil batallas donde estamos inmersos como con los años transcurridos.
¿Cuando nos daremos cuenta, qué nos tiene que pasar para poner nuestras vidas, afanes, todo en manos de Dios?
Tener una honda y profunda vida de Fe hace que aunq estemos cansados veamos la vida con otros ojos, con los ojos de nuestro prójimo, de las cosas que hay que hacer para llevar a cabo la voluntad de Dios, cuándo eres consciente de que no eres el primero sino el servidor de todos te garantizo que los dolores, los padecimientos, no son unos achaques que nos limitan sino una gracia, un don, un talento, que el Señor ha puesto en nuestras manos y cuerpos para que ofreciéndolos se pueda hacer en mí según su Voluntad.
Encaremos este miércoles 27 de marzo con Esperanza.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario