jueves, 14 de marzo de 2019

14 de marzo. Y se cayó la red...

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Buen día nos dé Dios.
Ayer tarde y gran parte de la noche el mundo se fue para abajo pues tanto Facebook, como Istagram así como WhatsApp se vinieron para abajo creando un "colapso" en la intercomunicación de millones de personas que necesitan de estas para vivir desde la normalidad.
Sí, porque todos en alguna u otra forma nos hemos creado la "adicción" de las redes sociales ya sea porque nos encontramos solos, porque queremos compartir con personas que tenemos fuera, porque queremos comunicar, informar, o por el simple hecho de hacernos ver de alguna u otra manera.
Ya es muy raro quién no va de vacaciones y no hace fotos y las cuelga y no porque quiera ver donde están ni cómo están sino que pienso es una necesidad de compartir con los demás, de comunicarnos en definitiva. Hemos perdido mucha intimidad y sobre todo independencia pero vamos más acompañados aunque en verdad estemos más solos que la una.
Por ese motivo pienso que son muchos los que se vienen abajo cuando las redes sociales se caen, cuando el internet va lento o cuando no hay cobertura. Porque nos sentimos solos.
La verdad, yo me preocupé al principio y no porque se hubiera caído o colapsado sino porque podría tratarse del enésimo ataque pero al comprobar que era global, que era general, apague la comunicación con el mundo mundial, empecé a escribir mi artículo del próximo lunes, y dejé el móvil sin sonido en la mesilla de noche.
También la desconexión es buena y es necesaria hacerla de vez en cuando...
Desconectar no es abandonar, no es quitarse del medio, sino coger un poco de aire para mañana empezar con nuevos bríos.
Pero es verdad que cuando las redes sociales se caen son muchos los que entran en un estado de ansiedad que le hacen estar como embotados porque no saben lo que es llamar por teléfono como la cosa más normal y corriente porque para eso chateamos por la red de redes que a tantos nos conectan y tanto nos controlan.
¿Te imaginas tener que escribir una carta? ¿Te imaginas escuchar la voz del que está tras el teléfono como la cosa más normal del mundo? ¿Te imaginas vivir sin redes sociales, sin poder comunicarte aquí y ahora? ¿Te imaginas, te puedes imaginar, lo que es la Libertad?
Viene bien que de vez en cuando se caigan de manera global las redes sociales, viene bien que de vez en cuando estemos sin cobertura, viene bien de vez en cuando apagar todo lo que te comunica con ese exterior que en verdad es un gran desconocido, que dejemos la virtualidad, y nos enfrasquemos en la realidad, la nuestra, la de las personas cercanas.
Es verdad que soy muy activo en las redes, que según dicen manejo bien, pero esta "actividad" no es por sentirme solo, por adicción, sino porque son muchos con los que me comunico y están junto a mí en las duras y maduras están a kilómetros de distancia porque para que toda red social tenga valor es poner caras, nombres, apellidos y circunstancias. Entonces sí, las redes son un elemento inmejorable pero claro esto lo dice uno que está bordeando la cincuentena, que sabe vivir antes de las RRSS.
Ayer se cayó Facebook, Istagram, WhatsApp...
Ayer muchos estaban como "perdidos" sin encontrar hallazgo...
Ayer otros nos dedicamos a vivir tranquilamente, dedicar tiempo a la familia, rezar y también pensar que nos ayuda mucho en nuestro día a día. Hoy todo ha vuelto a la normalidad...
¿Pero qué es para nosotros la normalidad?
Feliz jueves
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.

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