1 de mayo. Ante un nuevo mes.

Buenos días Villaluenga.

Buen día nos dé Dios.

Hoy estrenamos el mes de mayo, el mes de María, con un espléndido sol, con la alegría que nos ofrece un día radiante después de los tonos grises que nos han invandido en los últimos días haciéndonos creer que estábamos en invierno cuando la primavera se instaló hace ya algún tiempo.

Mes de mayo, mes de ofrecimientos a la Virgen María, mes de cánticos y de rezos alegres de los niños que a Ella se acercan, de los mayores que no quieren separarse de la Madre.

Mes de mayo donde también celebramos por tradición comercial el día de nuestras madres aunque eso es una cosa que deberíamos hacerlo siempre pues ellas nos dieron la vida, nos cuidaron y nos amaron hasta el último de los momentos.

Nuestras madres, aunque ya no estén con nosotros, siempre lo serán igual que la Virgen María que siempre está por tener esa bendita condición.

Hoy 1 de mayo sale por las calles de La Isla el Patrón San José. Tengo un amigo, gran devoto, que siempre me dice que San José es el gran olvidado y que no sabemos los que nos perdemos al no rezarle y encomendar nuestras vidas pues siempre da lo que se le pide.

Hoy es primero de mayo donde también se celebra el día del trabajo, para los que los tengan, es una forma de conmemorar a quienes de verdad sacan el país hacia adelante.

Este mes es el mes de las Primeras Comuniones, de recibir a Jesús Eucaristía por vez primera, de hacerlo tuyo con un corazón inocente, puro, como el de los niños. Rezo para que sea la primera y no la última vez que muchos de estos niños comulguen el Cuerpo lleno de Amor que es Jesús.

Un mes para vivirlo en clave de Gloria, un mes de alabanza a Jesús y a María, un mes para ser buenos cristianos, un mes para ser mejores personas.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.