Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
En todo lugar, en cada persona, en muchas circunstancias, siempre coincidimos en dos momentos: Cuando llegamos y cuando nos marchamos.
En todo lugar existe una entrada y una salida que tomamos invariablemente según la necesidad, la obligación, nuestro parecer.
En las circunstancias que nos rodean pasan lo mismo, con nuestros semejantes igual hasta nosotros mismos tenemos un momento que llegamos y otro que nos marchamos.
¿Cuántos lugares no habremos visitado o habremos estado en nuestras vidas en los que no hayamos ejecutado dicha acción?
¿Cuántas personas, cercanas y lejanas, llegaron a nosotros sin avisar y con el tiempo también se fueron?
¿Cuántos han llegado a la vida y después marcharon cuando su paso por esta se acabó?
Sí, existen dos lugares que nos indican que llegamos a nuestro particular puerto y otro que nos marca la salida del mismo. Tenemos que tenerlo muy claro y además dar gracias a Dios porque así sea.
Reconozco que a lo largo de mi vida ya no busco sino que me dejo llevar por la Divina Providencia. He entrado en muchos sitios y con el pasar del tiempo mi estancia se ha acabado, también el transitar junto a determinadas personas sé que el camino dura lo que tiene que durar y que en un momento oportuno, si Dios así lo quiere, cogeremos cada uno ese sendero o vereda que nos haga caminar a distinto paso, en otra dirección.
Ahora, cuando la madurez se ha instalado en mi vida, sé de donde soy y donde estoy. Sé y valoro mis orígenes en esa Isla que lleva por nombre San Fernando y me glorío de estar, de que el Señor me haya indicado el camino para llegar a este bendito pueblo de Villaluenga del Rosario que tanto amo.
Sí, la vida tiene dos caminos: Uno de entrada y otro de salida y en los dos solo Dios sabe cuando cogeremos cada cual.
Os deseo un Feliz Domingo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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