Buen día nos dé Dios.
Siempre sabe mejor, vale más, es más duradero lo auténtico que lo que pueda parecer un sucedáneo.
Siempre será mejor la leche natural que en polvo, el café molido que el de pastillas o máquinas.
En esta vida gusta más el maquillaje que lo que es de verdad.
Por eso nos dejamos llevar por las apariencias y no somos capaces de llegar a lo auténtico pues es mejor lo adulterado que nos gusta que lo verdadero que a lo mejor no nos satisface plenamente.
En la Fe nos puede pasar lo mismo pues puede pasarnos que nos guste más la que se acomode a nuestras apetencias a aquella que es la verdad pura y también dura.
En una vida donde el dolor, la muerte, se esconde y donde todos tenemos que ser felices desde lo material. En un mundo con demasiada frustración, demasiada depresión, demasiada ausencia de la misma vida tenemos que tener claro lo que es Verdad y lo que es mentira, lo que es auténtico de lo que es un sucedáneo.
Y Dios y la Fe es lo auténtico y el querer llevar todo al ascua de nuestra particular sardina es lo falso, el sucedáneo como el café o el chocolate.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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