Buen día nos dé Dios.
Los días son según cada uno y cada cual.
Para algunos es triste, faltos de esperanzas, eternamente nublados y para otros son preciosos y aunque las nubes lo envuelvan saben descubrir ese pequeño rayo de sol capaz de alumbrar y calentar hasta los corazones.
Lo que no podemos hacer es condenar el día antes de haberlo vivido porque además de injusto es desperdiciar el inmenso regalo que Dios pone en nuestras manos día a día.
Eso de condenar y sentenciar es lo que más nos gusta y somos capaces de hacerlo con los días, las situaciones, las profesiones y sobre todo con las personas.
Condenamos y emitimos juicios de valor sin conocer la realidad de cada cual, sus motivos, experiencias, vivencias...
La empatía es eso tan bonito que suena muy bien pero que en verdad hace falta poner en práctica. La empatía es igual que tratar de ponerse en el "pellejo" del otro aunque ese otro no lo podamos ver ni en pintura.
Y es pienso que algunas veces creemos que estamos solos en el mundo, que solo vale lo que opinemos, lo que sintamos.
Por favor, no perdamos las oportunidades de vivir cada día, de aprender, compartir y convivir con los demás pues eso es mejor que condenarnos a la eterna frustración que no lleva a nada de nada.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario