Buen día nos dé Dios.
Todo se ve distinto según sea el cristal con el que miras y si encima es un plástico peor lo pones.
Cuando observamos lo hacemos desde la óptica de los sentimientos, pareceres, opiniones. Nadie está ajeno a ser tan objetivo que no llegue a implicarse en uno u otro arcén.
Si los sentimientos son buenos y nos dejamos llevar por la Bondad pues nuestro prisma será muy distinto sobre quiénes sólo ven lo malo, ve cizaña donde no la hay, crea desconfianza con gestos y palabras fuera de lugar.
Hay quienes ven todo lo malo a pesar de estar el cristal limpio y otros que prefieren vivir en el Bien aunque el cristal esté rayado.
Somos muy infelices si siempre estamos jugando y condenando a todos. Prefiero no juzgar y no sólo para no ser juzgados por los demás porque esa es una batalla perdida sino porque no soy nadie para hacerlo.
Prefiero a estas alturas de la película ser Feliz y se consigue de una forma más rápida pensando lo mejor de los demás y no cayendo en esa tentación de juzgar u opinar de los demás pues nadie es tan bueno ni tan malo, ni nosotros mismos.
Dejemos a Dios las cosas de Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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