Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Domingo de Ramos que es comienzo de una nueva Semana Santa.
Jesús, Hijo de Dios, entró en Jerusalén en trono de humilldad y sencillez porque no es Rey al uso sino de todos y sobre todo de los más necesitados, de los desfavorecidos, de los despreciados, de los marginados por el mundo.
Jesús entró sentado a un borriquillo como el mejor de los corceles porque bien sabe que Su Grandeza nada tiene que ver con lo que en este mundo llenos de fariseos, de intereses impostados, de tanto tienes tanto vales, de según quién seas así te trato.
Un precioso, correoso, fuerte y a la vez sencillo borriquillo como el que tiene junto a sí Hetepheres llevó a Cristo un día como hoy hace más de dos mil años.
Y es que Jesús se gusta estar con los sencillos, los mansos, los humildes de corazón destinatarios de conocer la Verdad que Él representa.
Un borriquillo tuvo el privilegio de llevar a Jesús y en su mirada de docilidad nos tenemos que mirar nosotros que nos creemos los amos del mundo, que todo lo sabemos, que todo lo hacemos, que incluso nos sentimos creadores porque en los ojos de un borriquito está la humildad que nos pide Jesús, nuestro Buen Pastor, cada día de nuestra vida.
Feliz Semana Santa hermanos y que Dios nos siga bendiciendo.
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