Buen día nos dé Dios.
Por estos lares el viento arrasa todo lo que se pone por delante y existe mucha precaución a la hora de salir o hacer algo.
Árboles caídos, antenas que han volado, cortes de luz, teléfono, zonas sin cobertura...
Ese ruido de viento arrasando cuanto coge por cuenta.
Y antes eso que podemos hacer?
Nada! Rezar, mantener la calma y extremar la precauciones.
Nos sentimos desvalidos cuando no podemos dominar porque nos hemos acostumbrado a tenerlo todo controlado y no nos damos cuenta que hay cosas que ni podremos ni sabremos controlar porque simplemente no está en nuestras manos.
De vez en cuando viene bien el comprobar que somos limitados, que todo no está bajo nuestro control...
De vez en cuando tenemos que mirar para arriba y pedir la protección y el amparo del único que lo puede dar: Dios.
Tenemos que acostumbrarnos a ser hijos y saber ponernos en manos del Padre.
Hoy tengamos precaución y recemos a Dios para que el viento no cause más destrozos que los de carácter material.
Os deseo una buena noche, feliz descanso, y que Dios nos siga bendiciendo.
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