Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
No sé el por qué pero cuando va llegando final de año vivo estos días desde la mesura, desde el alejamiento a todo bullicio tan propio de estas fechas. Me gusta estar tranquilo para dar las gracias por tanto y pedir perdón por más.
Es bueno además de necesario el hace un examen de lo que has vivido en el año, lo que has hecho, lo que has dejado de hacer porque no has podido o simplemente no has querido.
Es bueno "programar" el debe y el haber para despedir el viejo año y empezar el nuevo con claros propósitos que redunden en el Bien porque si no estaremos malgastando la vida, nuestro día a día, otro año más.
Desde hace cinco año mi despedida del año dura una semana donde pongo mis kilómetros a cero o por lo menos lo intento.
Y este necesario ejercicio de puesta a punto para comenzar con las suficientes garantías el próximo año se tiene que hacer por fuerza en mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario que te da todo y más para vivir en la plácida felicidad que tanto anhelamos y que aquí encontramos a cada esquina.
A veces hay que huir del bullicio, del ruido, de las aglomeraciones y buscar el necesario silencio que nos invita a encontrarnos con nosotros mismos con toda la carga de profundidad que eso conlleva.
Esta es una buena semana para hacer un necesario examen. Que lo aprobemos o no no es tanto cosa nuestra.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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