Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Cuando me levanto siempre abro mi ventana de cada día que es un forma de decirle al Señor: ¡¡Gracias!!
Hacía tiempo que había amanecido y un frío envolvía todo. A los segundos llegaba un camión del Ayuntamiento para recoger la basura de los cercanos contenedores y me di cuenta de lo poco agradecidos que somos con las personas que trabajan todos los días para hacernos la vida más fácil.
Siempre nos fijamos en los primeros pero no en los del medio y eso en definitiva es injusto para ellos y también para nosotros pues ponemos nuestras miradas en lo alto e ignoramos lo sencillo.
Hoy, cuando ha aparecido el camión y he visto a Salvador y a Jesús haciendo su trabajo a pesar del frío desde la lejanía que en ese momento nos separaba y sin alzar la voz les di las GRACIAS por todo lo que hacen cada día por nuestro bendito pueblo, por todos sus vecinos así como los visitantes.
Y esas GRACIAS se las doy a todos y cada uno, trabajen en lo que trabajen, hagan lo que hagan, porque con su dedicación, su esfuerzo, su disponibilidad, su ilusión hacen la vida más fácil a sus semejantes aunque estos no se hayan dado cuenta lo importante que es hacer grande la pequeñez todos los días.
No olvidemos que Jesús vino y viene todos los días para buscar a los pequeños, a los humildes, a los sencillos porque Él siendo Dios nació en la más desnuda humildad y sencillez.
Hoy pienso que es un buen día para que cada uno de nosotros dé las gracias a Dios por tantos que con sus trabajos y dedicaciones nos hacen la vida más fácil con lo difícil que es eso hoy en día.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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