Buen día nos dé Dios.
El otoño vuelve con un manto de niebla que hace que las temperaturas sean más bajas y nuestro ánimo se haga a la estación más melancólica y romántica que existe.
Fecha propicia para pensar y observar cuanto pasa a nuestro alrededor. Fijemos nuestra mirada en lo cotidiano y seremos capaces de analizar la realidad de la vida.
Acaban de pasar unas señoras que además del otoño estrenaban peluquería y una le dijo a la otra: "Mira, esa es la que me ha pedido amistad"...
Es el sino de los tiempos pues ahora hablamos o pensamos en modo de Facebook o de cualquier otra de las redes sociales.
Si tienes un perfil y en el apartado de " amigos" hay menos de 200 la gente hace un gesto como diciendo: No, no es muy conocido.
Se pueden tener buenos amigos por las redes sociales pero no todos los amigos lo son y tampoco están en este particular "patio vecinos" en Internet.
Y es que la Amistad no se tiene y mantiene sólo a toque de click.
Os diré que yo, sea por la labor que realizo en las calles digitales de la red, tengo cerca de 1.300 amigos y más de 500 peticiones de amistad que poco a poco voy atendiendo. De vez en cuando reviso y ciertamente podría eliminar a algunos pero es que pienso que todos me aportan aunque estemos en arcenes diferentes en esta misma vida.
A los amigos en la red también hay que cuidarlos, estar con ellos, que te sientan cerca.
A los Amigos en general tienes que hacer sientan que lo son porque al igual que los ojos dicen más que una extensa conversación un silencio puede ser más desgarrador que las más duras palabras.
A los Amigos hay que entenderlos, ponerse en su pellejo y circunstancias porque a lo mejor nos llevamos más de una sorpresa que nuestra propia ceguera no nos deja ver.
Muchos Amigos que conocemos a golpe de click lo son para siempre y otros que compartimos parte del día a día no dura toda la vida.
Aún así doy inmensas GRACIAS a Dios por el inmenso tesoro que me ha regalado con la Amistad de tantos que están, se fueron, vendrán o siguen siendo.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Quiero dedicar mi reflexión a mis queridos Mateo Venegas Bazan e Inma Pineda Reyes en el día de sus cumpleaños. Muchas felicidades!!
Así como a mis queridos Antonio Garnarez Acosta y José Martín Pérez Jiménez a los cuales me he encontrado mientras desayunaba y que me ha dado gran alegría el verlos.
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