Buenos días Villaluenga.
Buen día nos dé Dios.
Hoy celebramos la Festividad del Dulce Nombre de María y en Ella, en la Madre, me voy a fijar para hacer esta breve y sencilla reflexión.
La sencillez y la humildad que nos ofrece María es la que deberíamos todos tomar nota y llevarlas a la práctica, es decir a nuestras vidas.
Quién vive en la sencillez, en la humildad, vive en el Amor.
Nadie es más que nadie pues todos somos hijos de un mismo Dios que nos ha otorgado a la Virgen María como Madre. No tengo vida suficiente para dar gracias a Jesús, que es Fruto Bendito del Vientre de María, nos la otorgó como madre poco antes de expirar en la Cruz.
Y desde entonces la recibimos en nuestra Casa que es nuestra vida como quién es: Nuestra Bendita Madre, nuestra Mamá de Cielos y Tierra.
En Ella nos debemos fijar, en su prudencia, sencillez, humildad, entrega sin límites, Amor sin medida...
Sí, en Ella que es sinónimo de Fe absoluta.
En este día tan bonito y tan importante en nuestras vidas quiero felicitar a todas las que lleven por nombre el de María.
Y también a los hoy que celebran sus cumpleaños como son mis queridos hermanos Manu Monti y Jose Mari Servan Jimenez. No todos pueden decir que han nacido en el Dulce Nombre de María. ¡¡Muchas felicidades hermanos!! Pido a la Santísima Virgen del Rosario, mientras rezo el mismo, para que Jesús os acompañe todos los días de vuestras vidas.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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