Buen día nos de Dios. Hoy Jueves Eucarístico quiero destacar el efecto salvifico y tranquilizador de la oración y más concretamente del rezo del Santo Rosario. Por más inquietudes, problemas, dudas, miedos que puedas tener si te pones bajos el manto de Maria, Madre de Dios y Primer Sagrario todo se irá diluyendo. Hoy es de esos días que transito en la vida. Me he levantado en Jerez, amanecerá y estaré la mañana en San Fernando, almorzaré de nuevo en Jerez, pasaré la tarde recorriendo media España y me acostaré en Madrid. Razones médicas hacen que visite con cierta periocidad la Capital del Reino. Pienso que empezar un camino siempre cuesta aunque lo que en verdad tenemos que estar preparados es para el camino. Los inicios y finales son duros aunque el camino que separa un punto de otro lo es más. En el caminar nuestro diario tenemos que tener ilusión, fuerzas, alegría y optimismo así como saber dosificar el sufrimiento y el dolor cuando aparezcan para no caer en sus tentáculos y para todo eso lo que nos hace falta es Fe en Dios y en nosotros mismos pues con Fe y la inmensa ayuda de nuestro Padre Celestial no hay camino que se nos resista por más empinado y difícil que parezca. Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
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